lunes, 12 de abril de 2010

Discusión sobre Caín de Saramago. 9 abril de 2010

Tras leer Caín, ¿pensáis que un católico se sentiría ofendido?

A la luz de lo que transmite el libro, la conclusión que alguno saca es que en ningún caso la Biblia (el Antiguo Testamento) debiera ser libro de referencia del cristianismo ni ejemplo de ética, conductas, moral ni doctrina de comportamiento.

Si para el judaísmo las enseñanzas de los libros sagrados con verdades eternas y atemporales, que presentan una ética general y global, válida para toda época y, si el mensaje que contienen se supone universal, se debería adecuar la redacción del contenido a ejemplos actuales y modernos. La literalidad del Antiguo Testamento es aberrante en la actualidad.

Otros comentan que, precisamente, la imagen de Dios que aparece en el Antiguo Testamento se reforma en el Nuevo, transmitiendo la idea de que Dios es Amor y Perdón, no justiciero y rencoroso y colérico.

Se menciona que la forma de tratar el tema es bastante irrespetuoso, siendo prácticamente el libro una burla o mofa del Génesis, en concreto de los pasajes que versiona Saramago. Además el tema del libro es una idea básica simple, la redacción es demasiado pesada y ello no contribuye en absoluto a que uno se enganche a la lectura.

Surge el clásico debate sobre la existencia o no de Dios y sobre la base que tenemos para poder creer en su existencia.

Para algunos, la idea de un Dios todopoderoso es incompatible con el mundo real que vivimos-sufrimos, en el que hay desastres, horrores, guerras y males. Si existiese un Dios no permitiría tales cosas.

Otros aportan la frase de que “los designios de Dios son inexcrutables”, y que la mente limitada de un hombre no puede aprehender la esencia y las razones por las que un ser de naturaleza superior ejecutaría tales cosas. Sería algo inabarcable por el hombre.

Si existiera Dios ya el destino estaría marcado, ya conocería el futuro, y ese determinismo es insoportable como idea. Sería un determinismo insoportable para el ser humano. Toda causa tiene una consecuencia determinada, y el futuro estaría prescrito.

Para unos eso no es en absoluto así, porque, precisamente la Física moderna y el pensamiento decimonónico añadieron, en lugar de determinismo, indeterminación para lo que el ser humano es capaz de teorizar (Heisenberg, Gödel).

La Ciencia quiere encargarse de descubrir el porqué y sin embargo alcanza hasta el cómo. Aunque, es cierto que el pensamiento científico profundo quisiera comprender siempre la razón última de las cosas.

Precisamente, en ese sentido, Caín es un científico, porque pone en cuestión a Dios, se replantea la esencia de su comportamiento, quiere entender por qué Dios tiene esos esquemas… Caín es Samarago. Saramago no entiende al Dios del Antiguo Testamento.

En este momento del debate se habla de interacciones fundamentales, de la teoría de la unificación, de las partículas como el gravitón y el neutrino, de la evolución de la ciencia y la metaciencia… Se acude a Gödel y su postulado: los axiomas de las leyes pueden no ser demostrables. Los sistemas formales no son completos, siempre existe algún elemento basado en la voluntad del hombre.

Unos insisten en que el mundo es determinista. El determinismo choca frontalmente con la libertad humana pues implica un destino final. El determinismo de las leyes físicas en las que creen, roba libertad al individuo.

Para otros, las leyes físicas más modernas van en contra de esa idea y se aportan los siguientes argumentos:

El principio de indeterminación de Heisenberg: La posición y el momento no se pueden determinar a la vez. En la naturaleza existe una ley que implica una indeterminación. Existe un error en la medición de estos dos observables que es del orden de la constante de Planck.

Entoces unos comentan al respecto: con independencia de esa indeterminación, ¿acaso la partícula en su movimiento, no seguirá teniendo una posición y una velocidad en cada instante? ¿acaso un árbol que cae en el bosque no hará ruido porque no lo estábamos escuchando?

La teoría del caos va en contra del determinismo. Se habla de la distribución canónica que muestrea con probabilidades, el espacio de fases de posiciones y momentos de las partículas. Se habla de universos simultáneos y probabilísticamente hablando semejantes o paralelos.

El determinismo de Lagrange en el siglo XIX libera al hombre de su culpa, porque todo es el resultado de una ley de la que no podemos escapar, la libertad del hombre está limitada y las ecuaciones del movimiento partieron con unas condiciones iniciales.

En física algunas veces, la teoría generada es luego corroborada por experimentos, y eso implica grandes avances científicos. Se da como ejemplo la relatividad de Einstein, que predijo la precesión del perihelio de Mercurio. Se habla también sobre el postulado de la constancia de la velocidad de la luz.

Si partimos de la existencia de Dios, el comportamiento humano estaría predeterminado por las leyes de Dios. Algunos piensan que dicha existencia tampoco cambia nada para el hombre, pues el hombre desconoce instantáneamente su destino, y por lo tanto, para él es tan nuevo como si estuviera decidiendo su camino con libertad.

La idea de que Dios existe incomoda a algunos. Si Dios ha diseñado al mundo así, comentan, es que lo ha hecho a mala fe. El culpable de todo sería Dios.

Es evidente también para todos los presentes que la idea de que Dios existe y es bueno, de que la vida tiene un sentido y hay vida eterna, son ideas necesarias en la vida terrenal de mucha gente. Aportan fuerza para seguir en el día a día. Otros, aunque también lo reconocen, dicen que con la religión es más sencillo someter y aplacar las conciencias individuales.

¿Creéis que hay un plan de libro previo a la escritura?

Para algunos los primeros capítulos, desde la creación hasta la historia propia de Caín, son los más interesantes. Pero en adelante, el libro pierde estructura. Aparecen en la narración detalles tontos, que tampoco aportan nada y que rellenan el libro. Piensan que el libro se escribió sin un plan preconcebido, pues no se ligan unas historias con otras.

Aunque la tesis del libro “El Dios del Antiguo Testamento es malo” sea sencilla, para algunos el libro tiene su importancia porque no es tan fácil atreverse a decir estas cosas y a exponerse a recibir críticas feroces de sectores religiosos de todo el planeta.

Se habla sobre el lenguaje que utiliza Saramago en el libro. Sorprende enormemente el uso de insultos explícitos a Dios -de boca del narrador y no de boca de Caín- discordantes con el resto del lenguaje del libro: Hijo de puta, pérfido, rencoroso, cruel, orgulloso, juez parcial, lengua bífida.

Posiblemente, tales insultos son el resultado del enfado de Saramago con el “tema Dios”. Quizás son herramientas eficaces para conseguir su propósito: aleccionar o abrir los ojos a lectores para que sean transportados a otras realidades, o directamente criticar a la Biblia como libro desfasado.

En ese momento se puntualiza que, una cosa es tener éxito con el planteamiento del libro, y otra cosa, tener éxito en la ejecución. Para algunos la ejecución es muy desastrosa.

En varios momentos se acude a la Biblia para cotejar lo que está realmente escrito y lo que incluye Saramago de su cosecha al versionar los distintos pasajes. Se comprueba que se ciñe relativamente al texto bíblico, pues utiliza una frase para fabular sobre el tema. En concreto la violación de Noé por su hijo menor, el episodio de los “10 negritos” cuando Caín mata a todos los de la barca de Noé…

¿Cuáles son las conclusiones que obtenéis del libro?

Para unos es un vómito de Saramago. Es un ajuste de cuentas que el autor tiene pendiente con la iglesia, Dios o lo que un día le metieron en la cabeza sobre religión. A través de Caín ha insultado y desprestigiado la base de la religión judeocristiana. Versiona pasajes del Génesis y del Antiguo Testamento para mostrar a Dios como un ser malo, utilizando el recurso literario del viaje de Caín en el tiempo, presenciando y participando en sucesos relevantes del Antiguo Testamento.

Los lectores han sentido aburrimiento con el libro e intelectualmente tampoco les ha aportado mucho, pues utiliza argumentos infantiles, sin profundidad, y no es una verdadera crítica teológica del libro sagrado.

Alguno piensa que Caín está entre los peores libros que ha leído en su vida, y se sincera diciendo que lo acabó por el club de lectura y que cree que Saramago aprovecha su fama para vender este “truño”.

Para otros el planteamiento del libro, “una crítica a la Biblia”, está bien pues pone en evidencia las barbaridades que contiene. Comentan que es chocante haberlo descubierto gracias al libro, porque no lo sabían. Reconocen que la forma de hacerlo es simple, utilizando parábolas e historietas. El libro se ha hecho muy pesado de leer porque creen que la idea está mal desarrollada.

A otros el libro no les ha emocionado en absoluto, reconociendo que la obligación de leerlo para el Club de lectura le hizo terminarlo.

Se hace una reflexión sobre la forma de utilizar el lenguaje, tan extraña, sin diálogos, sino narrando las conversaciones, con comas, el sentido que tiene esta manera tan concreta de escribir, que para nada favorece la fluidez de la lectura.

Se acuerda que es posible que, como la forma de escribir es relativamente parecida al propio Génesis, probablemente Saramago ha decidido hacer ese uso del lenguaje para acercarse más al estilo bíblico.

domingo, 11 de abril de 2010

Siguiente Libro: EL ALEPH (JL Borges)

Debido a los viajes de uno de nuestros bloggeros más ilustres se cambia el siguiente título, inicialmente pensado para la ligera y breve Metafísica de los Tubos de la belga Amélie Nothomb, por la densidad de Borges en su Aleph...

¿Saldremos de él?
A finales de mayo lo averiguaremos...

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